Sinceramente he dejado de contar el tiempo que
llevamos juntos, porque desde que te conocí el tiempo se ha comportado de
maneras muy extrañas, cuando estoy contigo vuela, pasa rapidísimo como si
tuviera prisa, pero cuando estas lejos parece que se estira, que no quieren
caminar las agujas del reloj, pareciera que todo va más lento y cuando te
recuerdo el tiempo se detiene por completo, puedo volver una y otra vez a
visitar esos momentos tan hermosos que hemos compartido y todo se detiene para
que yo pueda disfrutarlos aún más.
Siempre escuché que el amor era complicado, que
era más sencillo vivir en soledad, que en cualquier momento la persona se va y
te deja el corazón roto, que quedas hecha pedazos y que en ocasiones es
imposible continuar, que las personas regularmente son egoístas, mentirosas, y
que al final siempre estaré sola, todo eso lo escuchaba y lo veía a mi
alrededor, incluso llegue a tener mis propias experiencias en las que todo
pasaba tal cual me lo advirtieron, debo aceptar que me daba mucho miedo
enamorarme y más de la persona incorrecta, porque en este mundo obviamente
existen más personas incorrectas que correctas para mí.
Cuando apareciste en mi vida no pude negar la
tremenda atracción que ejercías sobre mí, pero a pesar de que desde el momento
en que llegaste a mi vida revolucionaste mi existencia, debo decir que lo
hiciste de una manera hermosa, porque no fue para nada violenta, fuiste
transformando mi realidad y mis creencias de poco a poco, de manera que todo
fluyó, me ayudaste a confiar en ti de manera plena y de verdad que estoy
agradecida de la relación tan bonita que tenemos, porque tú sabes perfectamente
que somos distintos en la mayoría de las cosas y otras cosas que son mutuas,
también la mayoría, pero eso no fue un problema, por el contrario nos ha
servido para enriquecernos el uno al otro, tanto yo he aprendido de ti como tú
lo has hecho de mí.
Creo que ahora puedo darme cuenta de cuál es
nuestra principal virtud, creo que con este tiempo de conocernos por fin lo
comprendí, y es que ambos tenemos varias cosas buenas, pero creo que aquello
que más resalta es nuestra intención de hacer sonreír al otro, y es que tu
buscas hacerme feliz y al mismo tiempo yo a ti, de esta manera siempre nos la
pasamos pensando en el otro, y el otro piensa en ti, y se ha convertido en
nuestro desafío personal ver quien es capaz de hacer sonreír más al otro, creo
que hemos creado un círculo vicioso de felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario