viernes, 19 de enero de 2018

Mirá, el problema es que yo me quería mucho, porque en realidad nunca me había puesto a pensar en mi cuerpo como si fuese algo importante con respecto a mi persona. No me importaba; yo me quería así. Hasta que un día escuché “que gorda estás” de otra persona, y jamás volví a verme de la misma manera. ¿Se entiende? En ningún espejo lograba encontrar a la persona que era antes.
Y ahora entiendo el porqué te alejaste. Entiendo que te cansaras de mi mal carácter, y de esas veces en las cuales no quiero hablar con absolutamente nadie. Sé que mi cuerpo no es el más voluptuoso, y mucho menos que no poseo las características que gustan mucho. Sé que no puedo ser muy inteligente la mayoría del tiempo. Muchas veces puedo llegar a cansar rápidamente, ya sea con mi sutil forma de hablar sobre cualquier cosa, o querer saber absolutamente todo sobre otras personas. La mayoría del tiempo soy muy sensible y realmente las cosas me afectan mucho, y también suelo querer de una manera única, suelo querer de forma real y sincera. Sé que muchas veces puede llegar a cansar mis torpes pasos de baile cuando suena mi canción favorita o también que me ponga muy sentimental cuando escucho aquellas canciones de amor. Sé que exploto constantemente y también sé que no soy una persona fácil de manejar. Sé que poseo muchos defectos, y que no soy la persona perfecta, pero realmente te quería.

Dijo un sabio que para ser fuerte no es necesario levantar mucho peso. Con levantar el tuyo cada vez que te caigas, es suficiente.

No le exijas a tu pareja que te dedique tiempo, no le pidas a tu pareja que te responda rápido, no obligues a que cambie lo que no quiere cambiar, recuerda que las acciones tienen más valor cuando las hacen por iniciativa propia y no porque se lo tuviste que pedir, un amor sincero dejará de hacer todo aquello que está mal y que te molesta, pero ¿Un amor forzado? ¡Un amor forzado no sirve ni servirá!